La experiencia indica que cuanto más eficiente se es, menores son los costos. Ese es un principio básico de la economía. Y aplicar el principio de gestión, reduce costos, mejora el producto y genera más fuentes de trabajo.
Realmente estoy cansada – fue lo que dijo mi amiga empresaria cuatro días antes de la inauguración de su negocio en la Ciudad Vieja. Es que desde hace meses, está enfrascada en concretar su proyecto comercial de abrir un local de servicio gastronómico, cafetería y snack.
Habiendo llegado finalmente a concretar el alquiler de un negocio, se enfocó a sus reformas, e inversiones en infraestructura con mejoras. Todo dentro de las normativas exigidas vigentes. Y generando por cierto, trabajo y más trabajo aún posteriormente a la apertura de su local. Pero los tiempos empresariales no son los mismos tiempos que los oficiales. Mientras que para los primeros el tiempo es oro, para los segundos, se dispone de todo el tiempo del mundo.
Bien. Iniciadas las obras interiores, mi amiga solicitó el gas. Curiosamente, el gas que había sido instalado en toda la calle de la ciudad vieja, no estaba instalado en dos cuadras. Una de ellas, correspondía al frente de mi amiga. Así que, la Compañía de Gas procedió a romper la calle para instalar las cañerías.
La mencionada cañería corría en paralelo a la cañería de OSE. Por lo tanto, terminada la obra del gas, quedó expuesto por un fin de semana los caños correspondientes. Los caños de OSE no tuvieron suerte, porque durante el fin de semana fueron robados por indigentes. Y comenzó el tema entonces con el agua. Tanto para ella, como para la zona en general.
Fue por ese motivo que la calle 25 de Mayo, lució durante unos días una salida de agua bastante importante.
Superado entonces el tema del gas y del agua; se pasó a encarar el tema de la luz y el acondicionamiento de la eléctrica del local, con la carga correspondiente a un negocio.
Se reiteraron las visitas. Porque en la primera instancia el personal “fue a ver que había que hacer”. Después y cuando había llegado el día de la instalación; “el cable no alcanzaba. Había que ir por más cable”… y así continuó el tema por varios días.
Mientras tanto: va corriendo el alquiler, están parados los obreros y tanto los cocineros como los mozos siguen a la espera de poder ingresar a su nuevo trabajo.
Para muchos: hay tiempo de sobra. Para otros, parecería que hay que seguir esperando.