Hace unos pocos ańos, y con la presencia de más de 40 profesionales, se constituyó la Asociación Uruguaya de Técnicos Agrarios (AUTA).
Esta nueva asociación, procuraba nuclear a todos los técnicos agrarios del país, los que se estiman en más de 3.000, cualquiera sea su especialidad.
Las dos metas fundamentales de la Asociación Uruguaya de Técnicos Agrarios son las de prestigiar la profesión, a la que se considera como de nivel medio , y la de fortalecer la capacitación permanente de los egresados, de manera de que estos no se queden con la formación básica recibida, que va de dos a cuatro ańos, sino que se actualicen en forma constante, acompańando la propia dinámica del sector agrícola y pecuario.
En nuestro país son varias las instituciones de enseńanza, que se han ocupado de la adecuada formación de Técnicos Agrarios. La Universidad del Trabajo en el sector público, y en el sector privado la Escuela Don Orione, la Universidad Católica y la Universidad de la Empresa, tienen una bien ganada reputación en este campo de la formación profesional.
Quienes seguimos con atención la evolución del sector agropecuario nacional,- convertido nuevamente en la gran locomotora del crecimiento sostenido-, sabemos bien la importancia que tiene la participación de técnicos y profesionales universitarios bien capacitados, en ese trascendente esfuerzo colectivo, que silenciosamente se realiza dia a día, y de sol a sol, para mejorar la calidad y los volúmenes de nuestra producción agrícola, pecuaria, lechera, frutícola, hortícola, forestal, granjera, o vitivinícola.
Es que el progreso solo viene de la mano del trabajo y del conocimiento. Esto lo saben bien quienes están vinculados al quehacer agropecuario. La naturaleza no trata bien a los improvisados y payadores.
Afortunadamente, nuestro país cuenta con excelentes Ingenieros Agrónomos, Veterinarios y Técnicos Agrarios, perfectamente preparados para estudiar, investigar, planificar, asistir, orientar, asesorar y ejecutar los mejores proyectos de desarrollo a nivel de establecimientos.
Lo que muchas veces les falta a nuestros técnicos y profesionales universitarios es , como hemos seńalado mas de una vez desde nuestros editoriales, ser tenidos en cuenta, valorados adecuadamente, remunerados en forma acorde a la importancia de su aporte.
Por todo ello, en su momento saludamos la constitución de la Asociación Uruguaya de Técnicos Agrarios y, desde este espacio editorial de Carve, les auguramos el mayor de los éxitos. Tanto en la sana promoción de su actividad, como en todos los emprendimientos que les lleven a fortalecer el nivel de conocimientos de estos profesionales, técnicos de nivel medio, certeramente considerados como la mano derecha de los agrónomos y veterinarios, a nivel del campo.